viernes, 15 de abril de 2011

Kansado!



Mientras ojeo las noticias: paros, piketes, paradas, pelota, protestas, palabras que resuenan en un mismo placard. Alzar vuelo desde el fango. ¿Son nuestras las luchas insensatas del universo paralelo de la asco política?


La pregunta retumba en el aire y el futuro levanta vapor, como cuando andas por la ruta y hace calor. Eso. Un espejismo. Una promesa que nunca llega. Una farsa organizada y perpetuada con el correr de los años. La rana en la olla, a fuego lento. Y adentro 40 millones de seres orneandose, manoseandose, empujandose.


Quizás haya algo de ilógico en el retrato, tan ilógico como un país que vaga en la deriva de construir un futuro basándose en rencores del pasado como si conduciera un colectivo mirando sólo los espejos, olvidándose de las ventanas, los mapas (ni hablar de los gps) y sobretodo, ignorando la diversidad de destinos de todos los ocupantes, forzando a todos a ir por el mismo lado, donde pareciera que quejarse es lo único inútil que nos queda a mano. Populismo, gremios, plata, perón, futbol para todos, retenciones, subvenciones, colectivos. ¿Podrán las oscuras golondrinas olvidar fechas de agravio y desconsuelo? Los nuevos interventores agravian y cortan el tránsito, la libre circulación. Un torniquete en el torrente, constante, sangrante, alpedista, oportunista. Todos sumados somos mucho más que todos separados. Y esto es negocio para algunos, como siempre. Actos de propaganda aquí y allá siempre acompañados de hinchadas que viajan kilómetros auspiciadas por los impuestos que paga el verdulero. Y mientras, los mercados, los indices, las estadisticas, todas las referencias comerciales desvirtuadas, borradas, retocadas, manipuladas. Una mentira sobre otra mentira. Al cuadrado.


En este año de elecciones no hay mucho para elegir o decir, solo intentar zafar del asco general y esperar que un milagro nos desvíe de un futuro incierto, insipido, insensato, incoherente, a una falla inconmensurable del destino.