“Oh!” Si, digo “Oh!”
Tanta poesía atrapada en tus bondadosos dedos, en tu creative mente, en tu apaixonado coraçao. “Oh! oh!” grata sorpresa la mía leer tus sinuosas líneas… Hummm… rico pues!
Son las 12 del mediodía, mamá habrá cocinado la lasaña y espera a su hijo ya de 30 años para que vaya a comer. El hijo reniega de esta esclavitud aletargada, pero son las fiestas y las fiestas se pasan en familia.
Acá en Argentina.
En España se compra lo que te vendan.
Y en Kazajstán seguramente es un día como tantos otros. Mágico, sagrado, único e irrepetible.
Pero nosotros nos las sabemos todas y organizamos nuestra vida para que haya solo días especiales, determinados a rajatabla, porque sí, sin ton ni son, sin ningún contacto de ningún tipo con los eternos ritmos de nuestro entorno, a saber:
Día de la madre.
Navidad.
Aniversario de Casados
Ñoquis del 29.
Cumpleaños.
Día del arquero.
Etc.
“Oh!” digo y me repito: “Oh! Porque porqué porqué…!?”
A mi no me conviene tener solo algunos días especiales. Prefiero tener todos los días especiales! Cabe preguntarse entonces a quién le conviene este sistemita de exclusividad en la especialidad de los días.
Ya sé! a la fábrica de Papa Noeles. O quizás a los redactores de La Historia.
“Oh my God!”
Necesitamos más lateralidad, ya lo dijo usted. Ayúdeme Imud a entramar este mundo lineal, a formar nodos en el Único Hilo, y comenzar a tender alguna red a algún lado. Hagámoslo Lo Due. Tenemos la red de redes, Internet, en ella, todos escribimos la historia, todos, cualquiera, puede crear un nuevo día especial.Será este blog el comienzo de algo? O será el fin? O será las dos cosas? O miles? O? O…
Ya se, a partir de hoy, el 26 de diciembre es el día: “Oh!”
O lo que quieran, muchachos, pero celebremos!
Tanta poesía atrapada en tus bondadosos dedos, en tu creative mente, en tu apaixonado coraçao. “Oh! oh!” grata sorpresa la mía leer tus sinuosas líneas… Hummm… rico pues!
Son las 12 del mediodía, mamá habrá cocinado la lasaña y espera a su hijo ya de 30 años para que vaya a comer. El hijo reniega de esta esclavitud aletargada, pero son las fiestas y las fiestas se pasan en familia.
Acá en Argentina.
En España se compra lo que te vendan.
Y en Kazajstán seguramente es un día como tantos otros. Mágico, sagrado, único e irrepetible.
Pero nosotros nos las sabemos todas y organizamos nuestra vida para que haya solo días especiales, determinados a rajatabla, porque sí, sin ton ni son, sin ningún contacto de ningún tipo con los eternos ritmos de nuestro entorno, a saber:
Día de la madre.
Navidad.
Aniversario de Casados
Ñoquis del 29.
Cumpleaños.
Día del arquero.
Etc.
“Oh!” digo y me repito: “Oh! Porque porqué porqué…!?”
A mi no me conviene tener solo algunos días especiales. Prefiero tener todos los días especiales! Cabe preguntarse entonces a quién le conviene este sistemita de exclusividad en la especialidad de los días.
Ya sé! a la fábrica de Papa Noeles. O quizás a los redactores de La Historia.
“Oh my God!”
Necesitamos más lateralidad, ya lo dijo usted. Ayúdeme Imud a entramar este mundo lineal, a formar nodos en el Único Hilo, y comenzar a tender alguna red a algún lado. Hagámoslo Lo Due. Tenemos la red de redes, Internet, en ella, todos escribimos la historia, todos, cualquiera, puede crear un nuevo día especial.Será este blog el comienzo de algo? O será el fin? O será las dos cosas? O miles? O? O…
Ya se, a partir de hoy, el 26 de diciembre es el día: “Oh!”
O lo que quieran, muchachos, pero celebremos!