miércoles, 26 de diciembre de 2007

OH !


“Oh!” Si, digo “Oh!”
Tanta poesía atrapada en tus bondadosos dedos, en tu creative mente, en tu apaixonado coraçao. “Oh! oh!” grata sorpresa la mía leer tus sinuosas líneas… Hummm… rico pues!

Son las 12 del mediodía, mamá habrá cocinado la lasaña y espera a su hijo ya de 30 años para que vaya a comer. El hijo reniega de esta esclavitud aletargada, pero son las fiestas y las fiestas se pasan en familia.

Acá en Argentina.

En España se compra lo que te vendan.

Y en Kazajstán seguramente es un día como tantos otros. Mágico, sagrado, único e irrepetible.

Pero nosotros nos las sabemos todas y organizamos nuestra vida para que haya solo días especiales, determinados a rajatabla, porque sí, sin ton ni son, sin ningún contacto de ningún tipo con los eternos ritmos de nuestro entorno, a saber:

Día de la madre.
Navidad.
Aniversario de Casados
Ñoquis del 29.
Cumpleaños.
Día del arquero.
Etc.

“Oh!” digo y me repito: “Oh! Porque porqué porqué…!?”

A mi no me conviene tener solo algunos días especiales. Prefiero tener todos los días especiales! Cabe preguntarse entonces a quién le conviene este sistemita de exclusividad en la especialidad de los días.

Ya sé! a la fábrica de Papa Noeles. O quizás a los redactores de La Historia.

“Oh my God!”

Necesitamos más lateralidad, ya lo dijo usted. Ayúdeme Imud a entramar este mundo lineal, a formar nodos en el Único Hilo, y comenzar a tender alguna red a algún lado. Hagámoslo Lo Due. Tenemos la red de redes, Internet, en ella, todos escribimos la historia, todos, cualquiera, puede crear un nuevo día especial.Será este blog el comienzo de algo? O será el fin? O será las dos cosas? O miles? O? O…

Ya se, a partir de hoy, el 26 de diciembre es el día: “Oh!”

O lo que quieran, muchachos, pero celebremos!

viernes, 14 de diciembre de 2007

Contradictorio?


Si digo que acepto, estoy aceptando la desaparición de alguno de nosotros, entonces digo que no!

Pero si acepto y no es así como pienso?



Que somos contradictorios, y eso quien lo dice? Si lo digo yo, me contradigo?

Duelo decimos…
Un duelo se crea a partir de dos personas que por un desacuerdo tienen la tentativa de matarse uno al otro, por un desacuerdo inicial.

Pero que hacen para arreglar ese desacuerdo?...

Ponerse de acuerdo para retarse a duelo, y aquí es donde quiero estar, justo en el sitio donde comenzamos a ponernos de acuerdo no quiero morir, empecemos por el final y nunca lleguemos al principio, eso eso…, seamos cobardes, que los cobardes se ponen de acuerdo!


Si la cobardía es unirse, fluir entre las vibraciones como lo hacen las aguas, infinitas partecitas de oxigeno e hidrogeno que comparten su vida, vení sumergite conmigo, que la sensación será la de un viaje, un viaje al centro de las sensaciones, donde, comienzan los viajes y porque no…
Sin finalizar jamás.

Duelo, realicemos una traducción Argento-Lunfardo-italiana, y dejemos la palabra desmenuzada en partes de hidrogeno y oxigeno, esto sería así:

DUELO, = DUE + LO, invertida encontramos LO DUE, es decir lo que se hace de a dos, unidos. Pero inquietantemente y contrario a esto estar de duelo es perder a una persona querida, o sea estar solo, pero no es lo que queríamos en un principio, matarnos, quedarnos solos? Entonces porque sufrimos y al quedarnos de duelo.

Entonces en este recomenzar donde nos batimos a duelo, un duelo como los comienzos del tango, bailando como dos hombres un tango, sin importar que nos digan cobardes!!!! Recomienzo mi definición.

Usted apreciado amigo dijo:
“La belleza de un objeto, dicen los expertos, consiste en que este conserve unas proporciones determinadas, que puestas a distancias considerables, proporcionan al ojo primero, y al espíritu después, la sensación de Belleza”


Entonces comencemos la definición desde aquí, en el duelo nuestras posiciones son… “puestas a distancias considerables, proporcionan al ojo primero, y al espíritu después, la sensación de Belleza” y yo no mataría algo que considero bello espiritualmente. Y estos escritos lo hacen, que cree usted?


Y hacer esto, dar rienda suelta al duelo es sumergirse, comenzar a nadar, en el 80% de las aguas del planeta que navegan las emociones, aunque nos quieran hacer creer que lo importante es otra cosa, sabemos que es asi, asi como? se preguntarán por ahí…

Así entendes, como se interconecta el mundo, por movimientos, por quien hace algo, por fluir en definitiva que es este duelo, fluir alternadamente para continuar sembrando, sin dar tiempo al duelo a cosechar nuestro final.


miércoles, 12 de diciembre de 2007

Duelo


Usted me invita a un duelo literario, aquí, en este blog.

Si hay dos, se entiende enfrentamiento. Si hay dos se entiende opuesto. Yo y vos no somos la misma cosa, somos distintos. Tan distintos, que me dan ganas de matarte. Sacá tu revolver, cobarde!

(“Pull out your Smith and Wesson, you f… chicken!!” Billy the Kid, Nebraska,1897)

Matarte, del latín, matartus, mat, matemática, artus, arte. Matar es transformar el arte en la fría matemática…

La belleza de un objeto, dicen los expertos, consiste en que este conserve unas proporciones determinadas, que puestas a distancias considerables, proporcionan al ojo primero, y al espíritu después, la sensación de Belleza. Esto ya lo sabían los griegos. Lo vieron en la naturaleza. La llamaron La Proporción Divina y la utilizaron para diseñar, por ejemplo, El Partenón Con Mayúsculas.

Dicha proporción es, además, una progresión geométrica que se observa en el crecimiento de distintas caracolas, pinos, helechos, etc. Esta proporción divina se la denomina número áureo: 1,61803398874989. El número es una abstracción. No es una realidad palpable. No se puede comer. Se concibe en el cerebro. El número es una abstracción fría e inflexible a más no poder.
Las artes, en cambio, se pueden oír, ver, saborear, percibir directamente.

(“Hum, que rico sambayón al demi sec, lástima que esté presentado en esa compotera tan poco Warhol!”, Marta Minujin, Buenos Aires, 1998)

Transformar las artes en matemática sería entonces desconocer el sentido de la emoción. Matarte sería, en este duelo literario, desenmascarar su sentida prosa en un 2 x 4 y decir, por ejemplo: “Ajá!, su versito tan original, de la viejita desamparada en el supermercado porque nadie le ayuda a leer la letra chica de la información nutricional de un yogur descremado, en realidad remite a algo que usted leyó en la página 124 del Ensayo sobre la ceguera de Saramago, y que luego sumó al hecho de que su tía tiene fobia a los lentes de contacto, y tiene matices de su ya sabido fanatismo por la literatura de Cortázar”.

(“Matar el arte es comentar el Gol de Raúl sin patear la pelota. Imposible y estúpido a la vez”, Jorge Valdano, Madrid, 2002)

En vez de matar puedo también amar. Amar, del latin amarus. A, antes, marus, mar. Antes del mar.

El mar ocupa el 80% de la superficie de nuestro planeta. Nosotros decimos, nuestro planeta, y nos referimos a La Tierra. Desegoisémonos! vivimos en el planeta Agua. Y por ende lo conocemos poco. Muy poco. Antes del mar. Antes de algo que conocemos muy poco y que no está, por ahora, a nuestro alcance.

Cuando uno ama. Hace cosas sin saber porqué. Sin cuestionamientos. Sin pensar. “Dejalo nomás, está enamorado..” justifican los amigos al amigo ausente. Cuando uno ama, 1 mas 1 no es 2. Amar es irse a antes del conocimiento. Es irse a antes del origen de las cosas tal cual las conocemos. Es volver a la esencia. Cuando uno ama simplemente es.

(“Le zambullisment se un act de amour”, Jaques Coustou, Mar Indigo, 1982)

Los griegos estaban solo parcialmente acertados. La proporción divina existe. Los caracoles, los pinos y los helechos crecen siguiendo una progresión geométrica. Pero no hay un caracol, un pino o un helecho igual al otro.

(“Oh! Maldición! Existe el azar!”, proverbio chino)

El azar. Una variable, que quizás numérica, desestructura armónicamente la fría construcción matemática. Esta variable azarosa, insertada en la mínima suma, transforma cualquier ecuación en una incógnita incalculable. Transforma el orden en un perfecto caos.

Amar es dejarse llevar por el caos, confiando que Ese es el verdadero orden de las cosas. Amar es confiar en que hay algo más que nuestro frio cálculo. La precisión consiste en dejar que las cosas ocurran. Y el frio cerebro debería deleitarse (y aprender) observando y canalizando, impasible, esta experiencia. Amar es creer en la matemática y el cálculo, pero sin saber cuál.

Escribir amando es dejar que las manos escriban lo que ellas quieran. Lo que ellas sientan.

Escribir en este blog no es un duelo. No pienso matarte.

Escribir en este blog es un acto de amor, donde 1 más 1 no siempre será 2. Escribir en este blog es hacer matemáticas sin esperar el resultado. Es conjugar arte y ciencia. Es un salto evolutivo.

Es un reconocimiento de mi propia ignorancia y limitación. Es un principio.

Por si no me entendió se lo traduzco en dos palabras,

Si, acepto.

(“Yes, I do”, Dios, … )